martes, 7 de abril de 2009

INTRODUCCIÓN A LA CRIMINALISTICA[1]

A.- INTRODUCCIÓN.

1.- La Investigación Criminalística es una función de policía que cada día cobra mayor vigencia a nivel mundial, para ocupar el verdadero sitial que le corresponde como CIENCIA, en la determinación de la existencia del delito y averiguación del delincuente.

Cuando Carabineros es sobrepasado en su rol de prevención delictual, ha de recurrir a las técnicas de la criminalística, para poner a disposición de los Tribunales de Justicia los medios comprobatorios del delito cometido. Es allí donde el carabinero debe emplear los conocimientos técnicos que le brinda dicha ciencia, para pesquisar la evidencia y ponerla a disposición del fuero jurisdiccional en pro de la administración de la Justicia.

Es decir, resulta necesario conocer la trascendencia que tiene la “prueba indiciaria” en la administración de justicia y las etapas por las cuales ha debido pasar la investigación moderna del delito.

2.- La criminalística ha recibido diversas denominaciones, tan variadas como los criterios sustentados por los diversos autores, al enunciar sus contenidos a través de conceptos distintos. Entre las más conocidas en el curso de su evolución se cuentan las siguientes:

- Policía Científica y Técnica Policial
- Ciencia de la Policía Judicial
- Arte de la Policía Judicial
- Policía Judicial Científica y
- Disciplina Técnico – Científica.

Todas ellas quedaron reducidas, en los últimos años, a las denominaciones de “Policía Científica” y “Técnico Policial” hasta adoptarse en forma definitiva la denominación actual, CRIMINALISTICA, cuyo rótulo fue asignado en 1894 por el Juez austriaco HANS GROSS (El Padre de la Criminalística), a una novel disciplina destinada a cumplir la investigación criminal a través de métodos científicos y técnicos, entendiéndose por tales, los propios de las ciencias físicas, al estilo del positivismo imperante de la época. Bautizó su obra con el nombre de “MANUAL DEL JUEZ DE INSTRUCCIÓN COMO SISTEMA DE CRIMINALÍSTICA”.



3.- Conceptos y definiciones. Es conveniente, antes de llegar a la actual definición de CRIMINALISTICA, elaborado por el español López Rey Arrojo, consignar algunos conceptos vertidos por otros precursores de la Criminalística.

Balthazard, por ejemplo, la define como: “La policía científica que estudia el conjunto de recursos que la ciencia pone a disposición de la policía y los magistrados encargados de descubrir los crímenes y delitos, de reconstruir el mecanismo según el cual han sido perpetrados, de encontrar, identificar y confundir, con pruebas materiales, a los autores”.

Enrique de Benito, en España, la define como: “Policía Judicial Científica es el conjunto de principios y procedimientos prácticos, encaminados a lograr la reconstrucción del delito, sus móviles y sus contingencias y a la captura e identificación de los delincuentes implicados en su ejecución, a fin de poner a éstos al alcance de los Tribunales de Justicia, para que puedan proclamar el castigo sobre la base de los hechos reconstruidos”.

Nicéforo, la define de manera más breve diciendo que: “Es la aplicación de los conocimientos a la investigación del procedimiento criminal, encaminados a determinar la parte que un individuo u objeto tiene en el asunto criminal mismo”.

Finalmente, es el español López Rey Arrojo quien nos entrega la definición en actual vigencia, planteando que: “Criminalística es la disciplina auxiliar del derecho penal y del procedimiento penal que se ocupa del descubrimiento y verificación científica del delito y del delincuente”. Esta definición comprende dos extremos, el primero en que el policía debe constatar la existencia de un hecho o de una omisión, considerados delitos para la legislación vigente. Ello debe hacerse cuidadosamente, no dejándose llevar por una misma impresión, apelando a todos los recursos que brinda la moderna investigación científica. Se debe tener presente que algunas veces se fingen delitos para cobrar un seguro, ocultar una quiebra, etc. En el segundo, los esfuerzos de la policía deben orientar a la identificación del autor o los autores del hecho delictuoso.

La verificación del delito y la identificación del o los delincuentes, mediante el método científico, es la finalidad que se persigue con este Manual, a objeto que el carabinero utilice los Métodos de Investigación Criminalística en base a la “Evidencia Física”.

B.- CONCEPTOS Y DEFINICIONES GENERALES

(No se tratará en esta clase)



C.- SÍNTESIS HISTÓRICA DE LA CRIMINALÍSTICA.

1.- Época antigua: La conducta criminal es tan antigua como el hombre mismo, quien ya en la segunda generación bíblica se habría convertido en un homicida cuando Caín mató a hermano Abel. Desde la Prehistoria en adelante, la conducta criminal se ha repetido y junto con ella, la búsqueda y el castigo del culpable.

El primer informe auténtico sobre un caso criminal y su esclarecimiento data del año 1.110 A.C.,y tuvo lugar en Egipto bajo el reinado de Ramsés IX. Este testimonio fue descubierto, cuidadosamente detallado en un papiro, por arqueólogos del siglo XX en la región de Tebas. En el esclarecimiento de este caso se recurrió a informantes, inspección efectuada en el sitio del suceso y detención e interrogatorio de sospechosos, para, finalmente, dar con los culpables.

En aquella época, en la que no se conocían las huellas dactilares, era necesario recurrir a descripciones personales detalladas, lo cual todavía hoy reviste gran importancia en las pesquisas policiales.

Avanzando en la historia de la criminalística, no podemos dejar de hacer mención a un método especial para “descubrir la verdad” que perdura hasta nuestros días: el tormento. El suplicio era, con la sola excepción de los hebreos cuyo código penal resultaba asombrosamente benigno para su época, el método usual en los interrogatorios policiales y judiciales de todos los pueblos de la antigüedad.

2.- De la Edad Media a la Revolución Francesa: En Inglaterra, a mediados del siglo X, se establecía la inocencia o culpabilidad de un sospechoso a través del “Juicio de Dios”. El sujeto era sometido a pruebas tales como sumergir un brazo en agua hirviente para sacar un objeto. Posteriormente, las heridas eran rociadas con agua bendita y vendadas. Si al cabo de unos días y al retiro de los vendajes no había infección, era declarado inocente; en caso contrario, era indiscutiblemente culpable.

En la Edad Media, debido a la enorme desproporción entre la nobleza y el pueblo mísero y reprimido, ocasionó que por primera vez se hablara con razón de “Criminalidad”.

Hasta mediados del Siglo XVIII, no podemos registrar progreso alguno en el campo de la criminalística. En el año 1769, Federico El Grande de Prusia suprimió el tormento. De Austria fue eliminado en 1776 y la Revolución Francesa hizo lo propio en Francia en 1789.



3.- El Siglo de la Criminalística: La Época del detectivismo. En Londres, en el año 1771, se edita lo que fue el primer Boletín de Noticias Policiales, obra de Jhon Fielding. Este Boletín se publicaba periódicamente con descripciones de criminales buscados. En 1777, se creó en Londres el primer cuerpo de detectives de la historia, comenzándose así la lucha sistemática contra el crimen. De hecho, Inglaterra es considerada hoy como nación típica en métodos civilizados y humanos de corte científico en la investigación.

Al referirnos a la historia del detectivismo, no podemos dejar de mencionar a Francoise Vidoco, el primer gran detective que tuvo la criminalística y figura legendaria en su época. Este ex delincuente, famoso por su audacia y ex convicto de galeras (pena que se aplicaba en Francia y que consistía en trabajos forzados en minas o astilleros, en grupos encadenados), se hizo cargo en secreto en 1809 de la Policía Parisina. En 1820, ocho años después de su formación, este formidable grupo se había convertido en un equipo de 30 especialistas que habían reducido en un 40% del índice de la delincuencia en París.

Luego de renunciar, a los 52 años de edad, se lanzó a escribir su primer libro sobre el crimen y los criminales, redactado por un detective profesional; la obra alcanzó un éxito internacional. Sus observaciones y conocimientos enciclopédicos lo llevaron a afirmar: “Los delincuentes no tienen inventiva. Si ejecutan con éxito un delito, usarán en adelante el mismo método”. Sobre la base de este predicamento, él y sus colaboradores catalogaron a los malhechores por su nombre, apodos, crímenes, hábitos, modo de actuar y cómplices, compilando así la casi totalidad de los delincuentes conocidos de Francia, método que se utiliza en la actualidad en la principales policías del mundo.

4.- La historia de Scotland Yard. Este nombre, Scotland Yard, provoca hoy efectos casi mágicos. Con él se relacionan numerosos casos criminales misteriosos resueltos con genialidad. La leyenda le atribuye a este cuerpo de policía, los agentes más capacitados y los métodos más avanzados en la lucha contra el crimen. Establecía su reglamento: “El cometido principal de la policía es la prevención del delito…de las personas y de los bienes, la conservación del orden público…”; es decir, no cayeron en el error de pensar que el único cometido policial es la lucha contra el delincuente.

El hecho de referirnos principalmente a la policía Inglesa, no implica que en otros países no existieran policía criminalísticas.

Sin embargo, hasta la mitad del siglo XIX, no participaron de manera decidida en la lucha contra el crimen.




5.- Bertillón, el padre de la criminalística científica. Alphonse Bertillón, hijo del famoso antropólogo Luis Bertillón, puede ser considerado en propiedad el precursor de la criminalística. Este Escribiente de la Prefectura de Policía de París, logró demostrar cómo era posible identificar a una persona, con seguridad casi absoluta, registrando diversas medidas corporales.

Bertillón sustentó su sistema de identificación en la premisa que la posibilidad de que dos hombres tuvieran las mismas medidas antropométricas (Si se consideraba un número de mediciones superiores a 10), era prácticamente despreciable. Aunque este sistema era complicado y largo de ejecutar en la práctica, se le puede atribuir el mérito de haber abierto a la ciencia, en este caso la antropología, las puertas de la criminalística. Por otra parte se abocó a un problema que hasta hoy es uno de los más relevantes en esta disciplina, como lo es la identificación de personas. En relación a esto mismo, conviene recordar cómo se individualizaba, en épocas pasadas, a quienes habían cometido delitos; en la antigua Roma se practicaban marcas a fuego en los cuerpos de los delincuentes; en la Edad Media se les mutilaban orejas, nariz o dedos, de acuerdo al crimen cometido. En Francia, hasta la Revolución, se le imprimía a fuego la marca del señor feudal (la flor de lis de los Borbones, o el león de Brabantes) y en Inglaterra se quemaba la mano de los ladrones. Los Rusos fueron los últimos en abandonar la práctica de marcar a fuego la inicial KAT, en las mejillas de los condenados a trabajo forzado, en 1863.

Volviendo a sistema de Bertillón, que fue conocido como el “Bertillonaje”, se estructuró finalmente en base a 11 medidas de diferentes partes del cuerpo, incluyendo además fotografías de frente y de perfil. Cuando este sistema logró vencer el escepticismo y la resistencia, luego del exitoso reconocimiento de un delincuente, Bertillón pasó a ocupar el cargo de “Jefe del Servicio de Identificación Policial”. Nació así el primer servicio de identificación de la historia, un suceso que repercutió en el mundo entero, ocasionando una autentica peregrinación de criminalistas de todo el globo hacia París. La lucha científica contra el crimen en la medida que representa la identificación y la recopilación de evidencias en el sitio del suceso, había encontrado un sistema organizado. Bertillón, es además el creador de la fotografía del sitio del suceso en su aspecto científico.

Aun cuando el aporte de Bertillón es innegable, su carrera tuvo un amargo final al involucrarse en el tan conocido caso Dreyfuss. Debido a su fama como criminalista, se le encargó el peritaje caligráfico de los escritos que inculparon injustamente a un inocente. En efecto, Bertillón aplicó equívocamente los mismos principios antropométricos que utilizaba para identificar personas en el análisis de los manuscritos, los cuales contribuyeron en el informe que inculpó a Dreyfuss, con las consecuencias ya sabidas por la historia.


Por otra parte, el avance de la dactiloscopía, tan subestimada por Bertillón, ganaba terreno rápidamente como un método criminalístico más seguro que la antropometría.

6.- Un hecho que revoluciona a la criminalística. En 1901, se confirmó en Inglaterra el triunfo de la dactiloscopía sobre el sistema de identificación de Bertillón. Lo mismo sucedió en Alemania, en 1903. Sólo en Francia se mantenía obstinadamente el método antropométrico, hasta 1914, cuando fue abandonado definitivamente al producirse la Primera Guerra Mundial, los estudios se paralizaron para la criminalística y gran parte de las organizaciones policiales estructuradas a es fecha, se desarticularon o bien quedaron en compás de espera. Sin embargo, la organización modelo en lo que respecta a la recopilación de huellas dactilares la posee los EE.UU. de N.A. Este país, comenzó, a partir de 1924, a dar auge a esta técnica.

El departamento dactiloscópico del F.B.I. está relacionado con más de 16.000 establecimientos policíacos, dentro y fuera del país.

7.- Otras tendencias en la Criminalística.

En el momento en que el médico de prisiones César Lombroso, dio a conocer sus revolucionarias ideas respecto de lo que él denominó el “criminal nato”, se comenzó a dar una nueva orientación a las enseñanzas penales así como a la ciencia criminalística. Lombroso señaló el punto de partida de la “antropología criminal”. Todo esto sucedía en el año 1870, y puede ser considerado, por su aporte teórico, como el padre de lo que hoy conocemos como “Criminología”.

El Dr. Hans Gross, abogado y criminalísta, quien tiene el gran mérito de haber compendiado todas las posibilidades que le ofrecieran la ciencia y la técnica, aceptando todos los métodos nuevos que iban apareciendo. Con gran clarividencia reconoció que el esclarecimiento de los delitos no podía ser tarea de un solo individuo, aun cuando se tratara del detective más hábil o el juez más instruido. Se hacía necesario recurrir a la química, la medicina y la física, entre otras ciencias.

Bertillón, Lambroso, Galton, Henry y muchos otros pusieron las piedras fundamentales de un edificio el cual Gross puso el tejado. Con el se relegó definitivamente al pasado la época del detectivismo. En su lugar apareció la investigación criminal científica, en la que las pruebas de convicción eran el resultado de las pesquisas de equipos de expertos.

8.- Los orígenes del Federal Bureau Investigation (F.B.I.). Los años 30 marcaron en U.S.A., una década en la cual el delito de secuestro con fines de lucro criminal, si hizo muy común, entre otros.

La fecha de nacimiento de la famosa F.B.I. se remonta a 1908. En aquellos años, la corrupción, las arbitrariedades y las transgresiones a la ley eran comunes y hacían peligrar la autoridad del gobierno y de la organización federal.

En la actualidad, cuando la F.B.I. ha rebasado largamente sus períodos iniciales, se diferencia todavía en un determinado aspecto de la mayor parte de las organizaciones criminalísticas del mundo, ya que es al mismo tiempo policía y el servicio secreto. Esto es a consecuencia de que el “Bureau” se ha ocupado, a partir de la Primera Guerra Mundial, del servicio de contraespionaje, adquiriendo así una experiencia propia del servicio secreto.

La importancia del F.B.I. es una consecuencia de tres circunstancias: Primera: Su casi perfecta organización ha creado un aparato preciso y sin fisuras que abarca, desde su Central hasta el último puesto exterior; Segunda: La cuidadosa selección e instrucción de su personal, unidas a la observación de reglas muy rigurosas acerca del comportamiento particular de todos sus funcionarios, proporciona a los ciudadanos la absoluta seguridad de la disciplina y moralidad de su policía, y Tercera: La aplicación exhaustiva de todos los conocimientos técnicos y científicos más modernos. J. Edgard Hoover fue el primero que asignó un lugar de preferencia en su organización de las “Ciencias Naturales Policiales”.

9.- Situación actual. No hay duda alguna que esta síntesis histórica de la Criminalística, presente sólo una muestra de lo que ha sido y por lo que ha pasado la Ciencia de la Investigación, donde se han amalgamado los intereses de célebres policías y connotados científicos, como vicarios de los intereses de la sociedad para contrarrestar el accionar delictual. Sin duda, que en el camino quedarán muchos héroes anónimos; investigadores que al no cesar en la búsqueda de la verdad, quedaron inválidos o fallecieron en el intento.

Por otra parte, no existe en el mundo un cuerpo policial moderno, que al preciarse de tal, prescinda de un organismo Técnico – Científico y especializado en la Investigación Criminalística, ya que aunque el derecho penal no tiene una validez internacional, casi todos los legisladores del mundo privilegian el antecedente de la prueba indiciaría, antes que la confesión o el testimonio y, obviamente, de esto hacen eco los Jueces y Magistrados.

Actualmente, se escribe a diario la Historia de la Criminalística, basándose en cada uno de los casos criminales en que es requerida, como parte de un apoyo permanente a la gestión judicial y como una tarea inherente a la función policial.


En nuestro país, el primer organismo relacionado con la Criminalística fue el “Laboratorio de Policía Técnica” formado alrededor de los años 20 del presente siglo, el cual funcionaba en la Escuela de Carabineros, posteriormente fue traspasado al Servicio de Investigaciones (actual Policía de Investigaciones de Chile), manteniéndose en la actualidad como Laboratorio de Criminalística de Investigaciones (LACRIM).

No obstante que nuestra Institución permaneciera sin un organismo pericial, determinados Oficiales, efectuaban pericias a requerimiento de los Tribunales de Justicia, hasta que en el año 1985, se creó el Laboratorio Docente de la Escuela de Carabineros que funcionó hasta el año 1989, en atención a que mediante su Oficio N° 187 de fecha 02.06.89., y como una acción visionaria, el Sr. General Director don Rodolfo Stange Oelckers, le asignó nueva misión transformándolo en un Organismo Pericial de apoyo a la función jurídico – policial, asignándole nuevas tareas e implementación para cumplir con su nuevo accionar. A partir de la publicación de la Orden General Dignar. Nro. 704, de 27.08.90, pasó a constituirse en el Laboratorio de Criminalística de Carabineros (LABOCAR).

D.- DIFERENCIAS ENTRE LA INVESTIGACIÓN POLICIAL GENERAL Y LA INVESTIGACIÓN CRIMINANALITICA.

Aun cuando ambos tipos de investigación corresponden a la función de la policía, las dos representan diferente formas para tratar de llegar a establecer la verdad de un hecho criminal.

Sin embargo, la diferencia es notable y así lo entienden los Tribunales de Justicia, quienes basan muchas de sus resoluciones en el aporte que hacen las policías mediante sus pesquisas.

Es así que para resolver un caso existen tres métodos básicos tales como:

1.- Confesión;
2.- Declaración de testigos, y
3.- Evidencias físicas.

La investigación policial general se basa fundamentalmente en el trabajo empírico, específicamente en la confesión y en la declaración de testigos, además del popularmente conocido “Ojímetro”, “Olfatímetro” y “Tíncómetro” del propio investigador, es decir su propia intuición. Lo que en muchos casos ha significado el fracaso de una investigación al no existir la certeza, ya que o se ha condenado a un inocente o absuelto a un culpable. Hay que tomar en cuenta la poca confiabilidad que presente la confesión y el testimonio, debido a los factores que aniden en el “estado de ánimo” de las personas involucradas, sean éstas:


- Corrupción;
- Tendencias sexuales;
- Ideología política;
- Presiones Intrínsecas o Extrínsecas.
- Enfermedades, etc.

En tanto que la investigación criminalística al basarse en la “Evidencia Física” actúa con mayor objetividad, debido a que sólo se pronuncia por aquellas pruebas o diligencias que logró determinar y que aplicando el mismo método empleado debe llegarse a las mismas conclusiones, de tal forma que con este sistema no existen las presunciones sino que, tan solo las pruebas tangibles y concretas que configuran un hecho criminal.

E.- RELACIÓN CON OTRAS CIENCIAS Y DISCIPLINAS, Y UTILIZACIÓN DE LAS MISMAS.

1.- ¿La Criminalística es ciencia?

Aunque los penalistas del mundo le dan a la Criminalística la categoría de disciplina al igual que la Criminología, privilegiando a la ciencia normativa (Derecho Penal) como la madre de ambas, es conveniente tratar de establecer de igual forma, si es ciencia o no.

Pese a lo señalado en el N° 1 letra B, del presente Capítulo, ciencia se puede además definir como:

Sistema o conjunto organizado de conocimientos generales, acumulados a lo largo de la historia de una disciplina, que han sido obtenidos a partir de alguna forma de método científico, llegando incluso a abarcar áreas específicas o delimitadas.

Teniendo claro que la Criminalística reúne una gran cantidad de materias, igual debe poseer para se CIENCIA, un método, un contenido y un campo de acción propio y ser capaz de proponer leyes generales.

1.1.- La Criminalística como ciencia:

A mediados del siglo XIX las ciencias naturales comenzaron a progresar aceleradamente. Por tanto, las teorías místicas expuestas para explicar el porqué de las cosas comenzaron a perder terreno a medida que la clara y fría lógica de los experimentos científicos arrojaron poco a poco una nueva luz sobre los misterios del universo. El cambio, en el punto de vista de lo místico
A lo científico, pronto se hizo evidente en la investigación de los delitos. La justicia, que durante siglos había venido buscando la verdad, recurrió a la ayuda de la ciencia. Bertillón, Gross, Galton, Henry, Vucetich, Locard, Reiss, Balthazard, y otros, comenzaron a poner los cimientos de la ciencia policíaca. Hoy Criminalística, utilizando los métodos de las ciencias naturales y conexas como ayudas en el descubrimiento de delincuentes.

Para ello, cuando recién se estructuró, no se podía dar a la Criminalística el carácter de ciencia, ya era un conjunto más o menos heterogéneo de conocimientos tomados de otras ciencias explicativas, utilizables en la investigación de los delitos y del descubrimiento y verificación del culpable.

1.2.- Requisitos que cumple la Criminalística:

1.2.1.- Método: Procedimiento para alcanzar verdad, pudiendo ser ANALÍTICO, apoyado en la división o descomposición de los temas a tratar, y el SINTÉTICO, a través de la deducción.

Los distintos autores basan el método criminalístico de diversas manera:

Para Simonin por ejemplo, es:

- La observación
- La encuesta Fase objetiva y analítica.
- La experimentación

- La síntesis Fase de la interpretación

Para Locard, el método de la criminalística es el modo de presentar la prueba en el proceso penal:

Ceccaldi le otorga el mismo método de la investigación científica:

- Clasificación.
- Observación.
- Hipótesis.
- Investigación.
- Razonamiento.

De los métodos expuestos anteriormente puede establecerse que la parte principal del método de la Criminalística es ANALÍTICA, ya sea por la experimentación, el análisis sistemático o la investigación, pero, como toda ciencia, tiene un proceso de síntesis o razonamiento.

Por medio de este método analítico, la Criminalística busca aclarar el origen de los hechos, además de el qué, cómo, cuándo, dónde, quién y porqué de cada delito, siempre desde un punto de vista científico.

Por lo anterior podemos establecer que la finalidad de la Criminalística es la Obtención de la prueba, a fin de presentarla en el proceso judicial y como tal se puede afirmar que sigue un método, el analítico, el cual es común a la ciencia en general y, por ende, le da la características de CIENCIA, debido a los estudios realizados para obtener la prueba y presentarla a la justicia.

Dentro de ello, es dable tener presente que en la investigación de todo hecho, existen dos principios:

a) La similitud: Busca la identidad, basada en que dos efectos tienen su origen en la misma causa.
b) La probabilidad: Persigue la certidumbre (certeza), para pasar sin error de la similitud de efectos a la identidad de causas, recurriendo para ello a la estadística, la cual ofrece varios grados de información, siendo el último la certidumbre.

1.2.2.- OBJETO: Comprende la materia y sujeto de una ciencia. Éste puede ser materia toda vez que es el mismo sujeto o material y formal, que es el fin que se persigue.

En Criminalística el objeto material es el delito y el objeto formal, es la averiguación de ese delito.

Es precisamente el objeto de la Criminalística lo que caracteriza de las otras ciencias, ya que no obstante poder utilizar los mismos métodos, su fin es totalmente distinto.

La ciencia puede dividirse en:

a) Positiva: Se dedica a la observación y experimentación.
- Es concreta: Describe y clasifica los seres y las cosas.
- Es abstracta: Cuando estudia determinados fenómenos o efectos.
b) Metafísica: Sólo es explicable por hipótesis o teorías.

De dichas apreciaciones puede concluirse que la Criminalística es una ciencia positiva abstracta, que tiene por objeto la averiguación del delito lo que, al agregarle el método de que se vale, permite determinar que criminalística es la ciencia de la investigación del delito que estudia las huellas dejadas por su autor, mediante técnicas físicas, químicas y biológicas, para transformarlas en pruebas, siguiendo un camino propio para la obtención de esas pruebas y en su presentación en el respectivo proceso.

1.2.3.- CONTENIDO: Para su estudio lo dividiremos en dos aspectos:

a) Amplio: Es el conjunto de procedimientos encaminados a la búsqueda y estudios de las huellas del delito, para llegar a su prueba.

Es necesario incluir en ellos los procedimientos policiales a través de la Policía técnica que desarrolla la investigación y los procedimientos científicos a través de la policía científica, para la demostración de la prueba.

b) Estricto: Bajo este concepto, la Criminalística es una ciencia sola, debido al sujeto y objeto que se investiga, además de que esta ciencia criminalística tiene una tecnicidad absoluta, diferenciada y particular, por el modo de investigar la prueba y presentarla.

No obstante ello abarca las siguientes especialidades:

a) Identificación de personas vivas o muertas.
b) Identificación de huellas, de tipo general (tierra, pintura, metales, fibras textiles y manchas).
c) Identificación de huellas especiales, peculiares en determinados delitos:

- Investigación de robos.
- Investigación de explosivos.
- Investigación de Incendios.
- Investigación de documentos.
- Investigación de Accidentes de Tránsito.
- Identificación de armas de fuego.

Es necesario considerar además, la fotografía policial y planimétrica, como complemento a las demás especialidades.

1.2.4.- Campo de acción propio:

La criminalística es la única ciencia que se ocupa del tratamiento de la prueba indiciaria, con el fin de alcanzar el objeto de ella, la averiguación del delito, es decir, constatar la existencia del mismo y la identificación de sus autores.

Así tenemos que, aun cuando otras ciencias pueden utilizar los mismos métodos, sólo la Criminalística se ocupa del tratamiento de la prueba indiciaria con el fin que ella persigue, teniendo por consiguiente, su propio campo de acción.

La Criminalística ha ejercido una influencia sorprendente sobre el trabajo de los policías seguramente aumentará su eficacia, aún más, con el transcurso del tiempo. El conocimiento del Modus Operandi de los delincuentes y los métodos para su aprehensión: La habilidad, la paciencia, el tacto, la laboriosidad y la minuciosidad, aunados por una disposición peculiar del policía eficiente, serán siempre los recursos primordiales en la labor policíaca.

2.- Relación con las demás disciplinas y ciencias:

La Criminalística tiene estrecha relación con las siguientes disciplinas y ciencias:

1.- Criminología.
2.- Derecho Penal.
3.- Medicina Legal.
4.- Derecho Procesal Penal.
5.- Química.
6.- Física.
7.- Matemáticas.
8.- Computación
9.- Ciencia Penitenciaria.

3.- La aplicación de las ciencias al servicio de la policía: La aplicación científica de las ciencias naturales a la investigación Criminalística, se hizo efectiva en el esclarecimiento del caso Opitz.

Este caso comenzó con el robo en los baños Municipales de Brounchweig, Alemania. Opitz, quien en un hobby artesano, confeccionó ganzúas con las cuales abría los casilleros y robaba el dinero de los bañistas. Fue dejado en libertad en atención a su conducta irreprochable y a su impecable trayectoria en una empresa de seguros. Es posible que Opitz hubiera sido considerado un ladrón ocasional, recibiendo sólo una condena sin importancia y gozando de su libertad bajo fianza, de no haber intervenido el azar.

Algunos meses después del robo en los baños, dos escolares encontraron en el río Wabe, de la misma ciudad, dos pistolas sin cañón, un disparador automático, cinco llaves y una cartera con joyas de diverso valor. Éste hallazgo fue el surco de partida que permitió aclarar varias series de atentados criminales perpetrados entre 1928 y 1933 en Brounschweig. Éstos se caracterizaron por tratarse por series de delitos diferentes, como si su autor quisiera saber diferentes técnicas y aplicar acabados conocimientos. Así, se vieron series de asesinatos y asaltos de características similares a carruajes, parejas de enamorados que se detenían en lugares solitarios, al ferrocarril, etc.

Los investigadores del caso, se abocaron al análisis de cartuchos encontrados en el sitio de suceso, a las llaves encontradas en poder de Opitz, así como otros objetos personales relacionado detalles, logrando probar su participación en varios delitos, lo que lo condenaron a muerte en 1937. No obstante, todas las dudas se disiparon con la confesión de Opitz por escrito al Fiscal General de Brounschweig, en la cual confesaba sus crímenes con detallada precisión. Con esto, los investigadores policiales comprobaron sus hipótesis previas y demostraron la importancia de las pericias técnicas realizadas en los hallazgos en el sitio de suceso.

Se puede afirmar que el creador de la Criminalística científica fue el Doctor Austriaco Hans Gross, fundador del primer Instituto Criminológico, en 1912.
Como precursor de éste, figura el Instituto de Lausana, creado en 1908 y más tarde el fundado por Edmond Locard, en Lizon, Francia, en 1910. El Dr. Locard era amigo de Bertillón y discípulo de Lacassagne, quien competía en conocimiento e ideas con el famoso César Lombroso.

Lacassagne fue el primer médico Criminalísta, quien dio forma a las relaciones entre la medicina y el descubrimiento de los delitos. Este médico se dedicó, entre otras cosas a un importante detalle, como lo es la determinación de las causas de muerte.

Volviendo al Dr. Gross, vemos que gracias a su trabajo, en la década de los años 20, ningún policía discutía la relevancia de aplicar las ciencias naturales en la lucha contra el crimen. En 1936, Scotland Yard creó su propio laboratorio, mientras que en Viena habían hecho lo propio en 1924.

El dilema radicaba ahora en la infraestructura y los organismos que debían encargarse de hacer las investigaciones y redactar los informes correspondientes. Cada país eligió un esquema y así vemos como en algunos casos se encargaban las Universidades y en otros la policía misma.

En U.S.A., Edgard Hoover, a cargo del F.B.I., tras la masacre protagonizada por Al Capone y su gente, el 14 de febrero de 1929, hizo conciencia de la imperiosa necesidad de contar con pericias balísticas para la investigación de estos crímenes.

Así, en 1932 el F.B.I. inauguró el primer laboratorio criminalista propiedad de la policía que se conoce como tal en el mundo civilizado. En sus comienzos contaban sólo con un microscopio prestado y un aparato de fotografía ultravioleta. Veinte años más tarde, en 1951, contaba con más de 150 colaboradores preparados científicamente que empleaban todo tipo de instrumental moderno y especializado. Hoy por hoy, el F.B.I., posee el Laboratorio de Criminalística más avanzado del mundo, incluso en las técnicas del A.D.N., y obviamente han sido vanguardistas en el desarrollo de nuevas técnicas de investigación, especialmente en el área de delitos Económicos y Computacionales.

Este laboratorio empleó por primera vez el análisis de espectro, con el cual se obtuvieron grandes éxitos.

El análisis espectral es un procedimiento para la determinación de la cantidad de elementos químicos de las líneas del espectro de la luz visible y ultravioleta. La sustancia buscada es estimulada por la acumulación de energía al despedir una luz que más tarde, en un espectógrafo, es dividida para observar las características líneas espectrales. Aparte de este método, se recurre al auxilio de físicos, químicos, médicos, biólogos y toxicólogos.

Otra técnica utilizada en el laboratorio, son los rayos X, descubiertos por Roentgen.

Como ejemplo de la aplicación de este método, se encuentra el descubrimiento de la falsificación de pinturas famosas, actualmente, además, se cuenta con rayos infrarrojos para descubrir falsificaciones de billetes, sellos postales y otros documentos similares. Haciendo un parangón con nuestro país, en Chile los Organismos o Laboratorios que efectúan pericias Criminalísticas son:

- Servicio Médico Legal del país;
(Instituto Médico Legal en Stgo.).
- Instituto de Salud Pública;
- Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones de Chile, y
- Laboratorio de Criminalística de Carabineros de Chile.

Las posibilidades con que cuenta hoy la Policía científica, son inimaginables para un profano. La identificación de armas y cartuchos, la comprobación de documentos falsificados, el análisis de toxicidad de las sustancias, la pesquisa de causa de incendio, las investigaciones metalográficas, son una muestra del catálogo de la Criminalística.

Otro invento que significó un hito en la captura de delincuentes, sobre todo los fugitivos, fue el telégrafo inventado por Gross y Weses en 1833. Sin embargo, no fue hasta 1867 que Scotland Yard instaló uno de dichos aparatos en cada una de las Comisarías de Londres. Más tarde, en 1896, Marconi revoluciona las comunicaciones al entregar al mundo la telegrafía sin hilos, extendiendo en corto tiempo su medio de acción a todo el globo. A continuación, la radio y la televisión se hicieron presentes.

La importancia de tales medios de comunicación para la policía criminal, en especial en lo que se refiere a la búsqueda, se hizo evidente cuando Scotland Yard pudo detener en 1910, al primer criminal, con auxilio de la telegrafía sin hilos. Este caso célebre (convertido en novela y más tarde al cine) del Dr. Harwley Crispen, quien asesinó a su esposa.

Aun cuando la policía utilizaba la radio como medio de búsqueda, no disponía de estaciones propias. La policía Alemana fue la primera que contó con ellas, en forma de emisora independiente, en 1927.

La utilización de la radio, obligó a la policía criminal a prestar especial atención a dos aspectos del sistema: primero al establecimiento de organizaciones especiales para la recopilación de noticias de crímenes y criminales, y segundo, a la creación de organizaciones internacionales policíacas que hicieron posible el intercambio de noticias, salvando fronteras y continentes.

No fue sino hasta el año 1923, que los esfuerzos de las distintas policías en este sentido, dieron frutos, consolidándose la estructuración de la INTERPOL (Comisión de Policía Internacional).

La INTERPOL, tuvo su Sede en Viena hasta 1938, año en el cual fue agregada a la Policía del Tercer Reich, luego que Austria fuera anexada a la gran Alemania. Sólo en 1946, pudo volver a reorganizarse en Bruselas.

Actualmente, la “CIPC”, como se denomina oficialmente a la INTERPOL, tiene su sede en París y son miembros suyos aproximadamente 160 países.

F.- LA EVOLUCIÓN DE LOS MEDIOS DE PRUEBA.

Aunque fueron mencionadas someramente en el desarrollo de la “Síntesis Histórica de la Criminalística”, la evolución de los Medios de Prueba, merecen especial atención por el verdadero sitial que ocupan en la Historia de la Humanidad, ya que hoy por hoy, los derechos humanos, constituyen los bienes jurídicos más importantes tutelados por las leyes de casi todo los países del mundo, materializándose incluso en conversaciones y reuniones de las Naciones Unidas.

Para nuestro estudio las dividiremos en:

1.- Ordalías.
2.- Confesión.
3.- Prueba testimonial.
4.- Prueba indiciaria.

1.- Primitivamente se creía que la verdad le era revelada a la justicia por la Divina Providencia, es decir, era “Dedo de Dios” el que se manifestaba a través de las ordalías y el duelo judiciario, que consistían en someter al o los posibles culpables de un delito a diferentes pruebas, las cuales según su resultado en desmedro del o los acusados, indicarían su culpabilidad o su inocencia.

Algunos de los métodos empleados, consistían en colocar el puño del sospechoso en el fuego, si se llagaba era culpable, si no le ocurría nada era inocente. Asimismo, una mujer acusada de adulterio, era lanzada en invierno a un río de agua helada, si contraía una pulmonía era culpable, y si no contraía ninguna dolencia era inocente.

2.- Dado lo ilógico del origen divino atribuido a la aplicación de justicia en la edad media, comienza la evolución de los medios de prueba, recurriéndose entonces, en una primera etapa, que es la confesión.


Para obtener la CONFESIÓN, todos los medios eran adecuados. Nace así el terrible procedimiento de las torturas; bajo su imperio, el inocente se declaraba culpable para escapar al sufrimiento, pero luego continuaban las torturas hasta que revelaba el nombre de sus cómplices, cayendo así otros inocentes a través de los mismos procedimientos.

Este método subsistió hasta que se prohibió toda clase de torturas dado que, en base a la confesión, llamada “la reina de las pruebas”, resultaban condenados tanto los culpables como los inocentes.

3.- Para reemplazar a la confesión surgió la Prueba Testimonial. Lo que el sospechoso no quería o no podía relatar por sí mismo, se preguntaría a otras personas: Los testigos. Esta prueba que preponderó a través de los siglos, originó muchos errores judiciales, ya que corresponde al relato de un hecho visto a través de un temperamento, y esto es incontrolable. Por otra parte, el testigo se equivoca a pesar de su buena fe. Ahora bien, existían además aquellos casos en que predominada la mala fe de los testigos.
Todo ello conllevó a que el testimonio fuera sometido a un juicio severísimo en el siglo pasado, en que intervinieron magistrados y psicólogos, concluyéndose que no era del todo lo más justo que se necesitaba.

La evolución de los medios de prueba trajo consigo un nuevo concepto, éste era, que las cosas carecían de sensibilidad, y era en ellos donde debía buscarse la verdad. Pero, para lograr que digan la verdad, las cosas deben ser interrogadas por quien sepa interpretarlas; y a éstos, a sus intérpretes, en el peor de los casos no dirán más que la verdad.

4.- Es así como surge la Prueba Indiciaria, constituida por el relato de los “testigos mudos” del sitio de suceso, siendo los intérpretes de esto, los técnicos especializados de los Laboratorios de Criminalística.

El beneficio alcanzado, por la justicia, al reemplazar al testimonio por la prueba indiciaria para alcanzar la verdad en el proceso penal, es evidente, toda vez que el primero incontrolable y la memoria es falible. Cuando un testigo señala cometer un hecho delictuoso, está comparando una imagen actual; la fisonomía del señalado, con un recuerdo, y, es muy fácil que se equivoque. Por otra parte, el juez no puede captar esa imagen interior para cotejarla con las características fisonómicas del sospechado.

Contrario a esto, la prueba indiciaria es perfectamente controlable. Los rastros papilares levantados o fotografiados en el sitio de suceso pueden ser cotejados por el juez con las impresiones digitales de la persona a quien se los adjudica el perito del Laboratorio de Criminalística, a través de las respectivas aplicaciones o fotomacrografías. Además, estos elementos se conservan permanentemente y siempre en las mismas condiciones para que la operación se repita por el juez o por las distintas partes que intervienen en el juicio.

Igual caso ocurre con las huellas de pisadas, de vehículos, de animales, etc., con las escrituras o textos manuscritos; en fin, con todo lo que permanente y objetivamente puede ser adjudicado a una persona determinada, basándose en principios indestructibles.

L a importancia alcanzada por la Prueba Indiciaria, y fundamentalmente la interpretación de éste, hizo necesaria la aparición de una disciplina que amalgame tan importante bagaje de conocimientos teórico-prácticos, es así como nace la ciencia conocida hoy como Criminalística, habiendo tenido distintas denominaciones durante su evolución, las cuales fueron señaladas en la introducción del presente Manual.

G.- ETAPAS DE LA INVESTIGACIÓN MODERNA DEL DELITO.

Desde sus inicios, la investigación del delito ha debido pasar por etapas ineludibles, dictadas por el grado de civilización y de cultura de los pueblos y por el afianzamiento de la investigación científica.

En medios relativamente reducidos, sin problemas de superpoblación con su lógica consecuencia (la desocupación y la holgazanería), el mundo delincuente debía ser limitado y perfectamente localizado, y por ende, lo que más valía a los efectos de investigaciones o especialidades delictuosas; en una palabra, “el conocimiento del hombre”.

De ahí que esto constituyera la preocupación esencial de las instituciones encargadas de la prevención y represión de la delincuencia, y la explicación de que su personal llegara a reclutarse entre los individuos que tenían mayor conocimiento del mundo del hampa: sus propios integrantes, vale decir, los delincuente.

Esta situación permite, según Bernardo de Quirós, clasificar la investigación del delito en tres etapas, atendiendo a su desarrollo en el tiempo:

1.- Etapa equívoca (Primitiva): Consistía en incorporar a verdaderos delincuentes a los efectivos policiales donde llegaron a alcanzar inclusive puestos directivos. En esa forma, meros infidentes de la policía se constituían en persecutores directos de sus antiguos camaradas.

Es el caso de Vidocq en Francia. Tristemente célebre ladrón al que se le encargó estructurar y organizar la primera policía secreta, para lo cual contó con la colaboración de asesinos y otros malhechores de baja categoría en el mundo del hampa. Por considerársele el primer detective científico, se mencionó en la síntesis histórica de la Criminalística.


2.- Etapa empírica (deficiente): Se caracterizó por enrolar en las filas policiales exclusivamente a personas carentes de antecedentes, explotando su vocación o inclinación, sus meras facultades naturales verdaderamente intuitivas en muchos casos, su fácil adaptación al medio para facilitar las investigaciones sin inspirar recelos en los lugares frecuentados por delincuentes (tabernas, clubes, salas de esparcimiento, etc.), aunque actuaran sin método ni disciplina investigativa, sino tan sólo empíricamente. De ahí la denominación de “empírica” que diera el mencionado autor a la segunda etapa de la evolución policial.

Más tarde, el adelanto de las ciencias ofreció, de entrada, mayores posibilidades al delincuente para delinquir y eludir la acción represiva. Pero, a la postre, vino a favorecer a la investigación criminal que, colocaba en la disyuntiva de adaptarse a los nuevos dictados del progreso o sucumbir, pasó de lo empírico a lo científico.

3.- Etapa científica: Corresponde al análisis físico de los elementos empleados para delinquir; el examen y cotejo de los rastros papilares, huellas de pisadas, etc., dejados por el delincuente; el análisis químico de los residuos y manchas encontrados en la escena del delito (sangre, materia fecal, esperma, pelos, substancias tóxicas, etc.); la cooperación de la fotografía para registrar los menores detalles del lugar del hecho, de los pasos del delincuente y de sus huellas el levantamiento topográfico para ofrecer una vista sintetizada de los lugares, contenidos y desplazamientos, con aplicación de escalas reconstructivas; lo que unido al eficaz recurso de los métodos inductivos y deductivos, configuran esta tercera y última etapa.

Todos los recursos, métodos y procedimientos que tan generosamente brindaron las ciencias al mundo policial moderno, autorizaron la instalación de Escuelas de Capacitación, Ilustración y Perfeccionamiento Profesional, que permitieron exaltar valores explotando facultades naturales y organizando laboratorios destinados al estudio, análisis y ponderación de aquellos elementos que permiten suministrar el mundo forense el valioso aporte de la “prueba indiciaria”.

4.- Aspectos fundamentales de la policía moderna: No debemos olvidar jamás que entre el delincuente y el policía existe una permanente lucha de habilidades. El primero, estando bien enterado del contenido y recursos de la Criminalística (como lo está también el Derecho Penal y el Procesal Penal), trata de delinquir sin dejar rastros de su autoría para alcanzar la impunidad; el segundo, el experto policial, trata de encontrarlos a pesar de aquél. El policía debería triunfar siempre partiendo de la base de que el delito perfecto no existe; debiendo agregar que solamente podrá existir en la medida en que subsista la imperfección de los métodos de investigación criminal.


Tratando de alcanzar y demostrar la verdad que ha de brindarse al proceso penal, por medio de la prueba indiciaria, el policía puede apartarse de la violencia que significa la confesión, por la confesión misma, y al mismo tiempo ponerse a cubierto de la falacia del delincuente cuando le acusa de torturas ante el magistrado judicial para restarle valor a la versión que espontáneamente suministró en la confesión.

Según Söderman y O’connell, se puede decir que la ciencia policíaca moderna tiene tres fases: La primera comprende la identificación de personas vivas y muertas; la segunda: Abarca el campo del trabajo que llevan a cabo, en el lugar del delito, policías especialmente adiestrados; la tercera corresponde a los métodos que se usan en el laboratorio policiaco para examinar y analizar los indicios y huellas descubiertos en el curso de la investigación.

Asimismo, en forma paralela a las tres fases enunciadas, corresponde la acción armónica que debe desarrollar el personal que interviene en toda investigación:

- Técnicos identificadores;
- Pesquisantes o investigadores; y
- Especialistas de los Laboratorios de Criminalística.

H.- LA CRIMINALÍSTICA Y SU CONFUSIÓN CON LA CRIMINOLOGÍA.

1.- En el lenguaje común, por falta de conocimientos adecuados, se suele confundir a ambas ciencias, llamando Criminalística a la Criminología o viceversa; poniendo en evidencia así la ignorancia del contenido de cada una de ellas, y de su condición de ciencias colaborantes del Derecho Penal y Procesal Penal.

Por ello, es necesario concretar un concepto diferencial entre ambas ciencias, para ello es conveniente deslindar el contenido y límites de la Criminología, la cual tiene que dejar de ser considerada una disciplina monstruosa y proteica que comprende partes del Derecho Penal, de la Criminalística, del Procedimiento Penal y de otra serie de materias que no tienen que ser incluidas en ella. Así, la Criminalística no forma parte de la Criminología, ya que mientras ésta se ocupa del porqué del delito, la primera se preocupa del cómo, cuándo, dónde y quién lo cometió.

2.- Por Criminalística, hemos de entender, según López Rey que es la, “Disciplina auxiliar del Derecho Penal y del Proceso Penal que se ocupa del descubrimiento y verificación científica del delito y del delincuente”. La sola reflexión sobre este concepto permite ver la gran diferencia existente entre Criminalística y Criminología la que, aun ampliamente entendida, corresponde a: Una ciencia empírica e interdisciplinaria que se preocupa del estudio del delito, delincuente y la víctima, desde el punto de vista bío-psico-social, analizando sus causas y formas de expresión como hechos ideográficos nomotéticos, propugnando mejores formas de prevenir la Criminalidad.

3.- Al hablar de otras materias que comprende la Criminología, nos referimos a que se trata de una CIENCIA INTERDISCIPLINARIA que comprende conocimientos propios de ciencias afines tales como:

- Táctica Criminal.
- Psicología del testimonio.
- Técnica de la instrucción judicial.
- Criminalística.
- Penalogía.
- Ciencia Penitenciaria.
- Psicopedagogía criminal.
- Psiquiatría forense.
- Medicina legal.
- Psicología forense.

Las que no analizaremos en detalle por no considerarse necesario para el objetivo del presente Manual.

4.- Etimológicamente hablando, la Criminología es la Ciencia del Delito (Kriminos = delito – logos = tratado). Considerando que otras ciencias como el Derecho Penal también lo estudian es conveniente clarificar los límites de esta ciencia.

4.1.- Objeto: Al estudiar tanto el delito como el delincuente aun cuando estos dos factores están intrínsecamente ligados y no pueden existir el uno sin el otro, con fines prácticos los analizaremos en forma separada.

4.1.1.- Delito: Definido etimológicamente recibe distintas acepciones como culpa, crimen, violación de la ley, tanto por acción como por omisión y es sancionable.

Penalmente se le define como: “Toda acción u omisión voluntaria penada por la ley”.

El delito posee dos grandes raíces, la primera, se puede ser interpretando como una manifestación individual y, así visto, habrá que considerar al individuo y su manifestación colectiva, con raigambres antropológicas, culturales y sociales.



Al hablar el fenómeno individual y profundizar en su análisis desembocaremos finalmente en la ETIOLOGÍA (Estudio de las causas de las cosas), es decir, en la situación primera que originó el proceder del individuo y sus consecuencias, así por ejemplo, al analizar la violación de una menor por parte de un senescente, se logrará establecer que el estado crepuscular condicionado por una ebriedad patológica y la ausencia de mecanismos represivos (por ejemplo: La presencia de otras personas en el sitio de suceso), fueron las situaciones que gatillaron la aparición de un brusco y urgente deseo sexual, que al no verse limitado, y enfrentado a la presencia de la menor, consumó el delito.

En este ejemplo, además de las condiciones del individuo, concurren algunas situaciones circunstanciales como son, la presencia de la menor, la embriaguez patológica, la ausencia de limitantes y la urgencia sexual.

Al analizar individualmente cada delito, existirán tantos elementos de juicio, que es imposible mencionarlos a todos.

El caso precedente, no es más que una reseña y las variaciones individuales así como las circunstancias pueden abarcar un amplísimo espectro.

Cuando se analiza el delito como un fenómeno colectivo, es decir, como un proceder social en el seno de una comunidad no es dable analizar al hombre y sus circunstancias, sino que el objeto del estudio es la comunidad entera en sus costumbres, usos y condiciones, analizados socio, antropológico y culturalmente, por ejemplo: el Derecho de pernada (Antigua costumbre feudal es la que el dueño del feudo tenía la prerrogativa de yacer con toda mujer joven y virgen, antes de que éstas contrajeran matrimonio), es una situación que en nuestros días nos parece aberrante, ya que lesiona principios básicos de libertad individual, no lo era en aquella época en donde el amo, en retribución a la protección militar que otorgaba a su comunidad, así como al ejercicio de justicia y hacienda, se sentía autorizado para desflorar a las muchachas señaladas, y la comunidad así lo entendía y aceptaba.

Por lo tanto, al ANÁLISIS DEL DELITO, acción u omisión, tipificada y sancionable, cualquiera sea la vertiente que se siga interesándose en él, tanto como fenómeno individual o colectivo, ha se ser siempre considerado a la luz de muchos factores.

Es por ello que en el estudio de CRIMINOLOGÍA el Equipo Racional, lo conformaba un equipo multidisciplinario: Criminólogo, sociólogo, sacerdote, sicólogo, médico, psiquiatra, asistente social, etc.




4.1.2.- Por su parte, el Delincuente, que es el otro gran objeto en la ciencia de la Criminología, ha de ser analizado en su calidad de miembro de la comunidad, es decir, no resaltarán aquí los antecedentes de si estaba o no solo en el sitio del suceso, sino que se dará atención preferente a su condición comunitaria, al sexo, edad, condición social, estado civil, el que actúe en bandas o solitario, en poblado, si actúa contra las personas o sólo comete delitos contra la propiedad, etc.

4.2.- Sistema: La Criminología puede subdividirse en cinco grandes capítulos que consideraremos como subsistemas. Del análisis parcelado de cada uno de estos subsistemas se extraerán conclusiones que conformarán secuencialmente el manejo criminológico del caso, siendo los cinco subsistemas:

a) Criminología General;
b) Etiología Criminal:
c) Fenomenología Criminal;
d) Profilaxis Criminal, y
e) Terapéutica Criminal.

a) Criminología General: Estudia el delito como fenómeno individual o colectivo; y la evolución histórica de la disciplina.

b) Etiología Criminal: Estudia el porqué se comenten los delitos, el porqué son individuales o colectivos.

c) Profilaxis Criminal: Son las acciones que el Estado y la comunidad pueden desarrollar para prevenir el delito y reducir la criminalidad (números de los delitos cometidos en una determinada época y lugar, dados por el estudio mismo).

d) Terapéutica Criminal: Estudia las mejores formas de tratar al delincuente a fin de resocializarlo, dotándolo de los elementos de que carecía (educación, valores, normas, etc.), evitando con ello la reincidencia.

Del análisis criminológico general se delimitarán específicamente el delito y el delincuente en cuestión. Un estudio exhaustivo englobará estos dos factores.

4.3.- Método: Como en todas las ciencias, y de acuerdo a cada cado, es posible basarse en tres grandes líneas metódicas para efectos de estudio:

a) Empírica: Consiste en la observación detallada del fenómeno, medición, planteamiento de hipótesis y comprobación.

Generalmente éste es el método que suele usarse en la gran mayoría de los análisis criminológicos, sin embargo, en ciertos casos, en que por la ausencia de antecedentes medibles o por ser fenómenos de alta prevalencia, se utiliza el método inductivo.

b) Inductivo: Consiste en llegar a conclusiones de carácter general a partir de una muestra representativa. Ejemplo: un asalto a un Banco con participación de 2 sujetos en una camioneta, existiendo antecedentes de hechos anteriores de características similares, de inmediato se asocia a ellos en cuento a que se trata de los mismos autores.
A la inversa, en aquellos casos en que por su baja incidencia o por escasos factores mensurables, el método más apreciado será el deductivo.

c) Deductivo: En este método las conclusiones generales se aplican al caso en particular. Ejemplo: un muerto a hachazos no es común en una zona urbana, es propio de una zona rural y con pérdida de conciencia por parte del hechos (ebriedad, etc.). En este caso, al conocerse el hecho, de inmediato se le asocia con una zona rural.

De todo lo anterior, fluye como corolario que, Criminología es la ciencia que estudia el delito y el delincuente desde el punto de vista biológico-social, analiza sus causas y forma de expresión como hechos individual y colectivo, y propugna las mejores formas de prevenir la criminalidad y de tratar al delincuente.

4.4.- EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA CRIMINOLOGÍA

Una ciencia, decía Joly, quien fue el primer profesor de ciencia criminal y penitenciaria de la Universidad de París, se crea sin permiso de nadie. De hecho, la Criminología se fundó sin permiso de nadie, gracias a los trabajos de tres sabios italianos:

CESARE LOMBROSO (1835 - 1909), médico militar de origen judío, creador de la Antropología Criminal por medio de su obra “El hombre delincuente en relación a la Antropología Criminal”, publicada en 1876, consideraba fundamental al fijarse, con la llamada escuela positiva (Daba gran importancia al estudio del delincuente), objeto, sistema y método, peculiares a la disciplina.

ENRICO FERRI (1856 – 1934), profesor de derecho y sociología, autor de la famosa “Sociología Criminal”, aparecida con el título “Los nuevos horizontes del derecho penal”.

RAFFAELE GAROFALO (1851 – 1934), magistrado quien, con su obra “Criminología”, se hizo célebre.

Esta joven ciencia ya una historia, certificada por el desarrollo, desde 1855, de los Congresos Internacionales de Antropología Criminal. Porque ese término de Antropología Criminal, adoptado para rendir homenaje a Lombroso, ha cubierto, en efecto, todos los aspectos científicos del estudio del fenómeno criminal. Asimismo, los Archivos de Antropología Criminal, publicados en Lyon por Lacassagne, fueron verdaderos archivos de Criminología.





































EVOLUCIÓN HISTORICA DE LA IDENTIFICACIÓN HUMANA
[2]

No se puede concebir la existencia de un grupo social primitivo o moderno, en la cual la identificación no haya tenido un papel preponderante. En efecto, si los hombres no pudieran reconocerse individualmente. En efecto, si los hombres no pudieran reconocerse individualmente vivirían sobre la tierra sin verdadera asociación, al igual que los animales.

La identificación presta una valiosa ayuda en todos los campos de la actividad humana:

En lo civil, es imprescindible la individualización de las personas que celebran algún tipo de contrato, para determinar sus derechos y obligaciones.

Por otra parte, en cualquiera investigación que se emprenda, será vital conocer la identidad de las personas investigadas. Por ej.: En un delito de homicidio, tratar de conocer a la brevedad la identidad de la víctima, para encauzar las investigaciones.

Antiguamente, el hombre practicaba la identificación natural, reteniendo in mente los rasgos físicos de sus conocidos (además de las características de la vestimenta, forma de andar, etc.), utilizándose más tarde procedimientos bárbaros, salvajes y oprobiosos, con el fin de reconocer a un grupo de sujetos (delincuentes o esclavos).

El problema de la delincuencia, posiblemente acompaña al hombre desde que logró constituir núcleos sociables estables, es por ello que en la antigüedad, no se encuentran antecedentes que se preocupen tanto por identificarlos como por castigarlos. El interés principal según parece, era el de castigarlos sobre todo corporalmente, como retribución a sus acciones.

Los métodos empleados eran inhumanos, y el uso de las marcas, tatuajes, amputaciones y otros, se usaron con fines de diferenciación, encontrándose su origen en la necesidad de controlar a la criminalidad y a los esclavos.

A estos últimos se les consideraba “cosas” y fundamento de las economías de esas civilizaciones y debían individualizarse en forma segura y a los esclavos.

La variedad de marcas era enorme, entre ellas estaban el de letra inicial de la ciudad, el símbolo representativo de los delitos (la del ladrón era una llave, la del cazador furtivo una cornamenta de ciervo, la del jugador tramposo unos dados, la del homicida un hombre sin cabeza,

También según el delito cometido, se les mutilaba cortándoles, los dedos, pies, manos y hasta castrándolos.

Así en la India, se imprimía con hierro candente en la frente del culpable, una señal distinta de acuerdo al delito cometido, conforme lo disponían las leyes de Manú.

En España, durante el siglo XVI, se vió herrar sobre el rostro de los criminales y esclavos en tanto que a otros se les cortaban las orejas, igual como se hizo en Babilonia 40 siglos antes.

En Francia, primitivamente también se cortaban las orejas a los delincuentes, sobre todo a los falsarios, como también sucedía en Cuba con los esclavos cimarrones. Más tarde, se recurrió al marcaje en la frente en la que se imprimía una flor de lis, hecha con hierro candente, lo cual fue abolido en el año 1823.

Los prisioneros Griegos, Romanos y los desertores, eran marcados en la frente con un hierro candente o tatuados. Más tarde, el Emperador Constantino ordenó poner las marcas no en el rostro sino sobre las manos o los brazos. El hombre así señalado, era calificado de Stigmatias.

En 1724, los ladrones eran marcados con una V (voleurs = ladrones), si no eran reincidentes; al serlo se les enviaba a las galeras y se les marcaba con las iniciales GAL.

En Rusia, se marcaba a los condenados, cortándoles la nariz o grabándoles la letras KAT, este procedimiento se utilizó hasta 1818.

En Inglaterra, los soldados indisciplinados, eran marcados en sitio visible con las letras B-C (Bad Carácter = Mal carácter).

Bentham en 1820, propone para reconocer a los reincidentes, se les marque el nombre con un tatuaje indeleble y recomienda hacerlo extensivo a todas las personas, honradas o criminales.

Liersch en 1901, propone en Alemania el tatuaje policial, es decir, marcar a los delincuentes con un tatuaje de pequeñas dimensiones, en una región oculta del cuerpo.

En 1910, el doctor Severin Icard, médico de Marsella, propone marcar a los delincuentes, en distintas partes del cuerpo, de acuerdo al delito cometido, por medio de una inyección en frío de parafina, que determinaría una nudosidad permanente reconocible al tacto, para facilitar la identificación de los reincidentes.


EL NOMBRE PRIMER MEDIO DE IDENTIDAD PERSONAL

Desde que el hombre existe y vive en comunidad, desde épocas remotas como: familia, clan, tribu, hasta llegar a las actuales naciones, ha sentido la necesidad de distinguir a cada uno de los miembros que la conforma, para diferenciarlo de los otros. La forma como el hombre llegó a satisfacer esta necesidad, se tradujo en un apelativo o símbolo distintivo con que se designó a cada miembro de la sociedad, atendiendo a ciertas particularidades que podrían diferenciarlos de los demás.

EL NOMBRE PERSONAL: La palabra nombre tiene varias acepciones, pero solamente indicaremos las que corresponden a nuestro estudio; así el propio o personal, el de pila o bautismo puede ser, Juan, Miguel, Carmen y otros. El nombre personal sin apellidos ha pasado a ser uno de los tantos procedimientos de identificación representativa, que se ha estado usando desde épocas remotas. Se supone que el nombre, junto al lenguaje y a la escritura, viene consigo desde la edad paleolítica y que ha seguido a través del tiempo como una expresión simbólica, tornándose pronto necesaria en la vida social de la humanidad, dándole carácter jurídico al nombre y apellido dentro del orden administrativo o gubernamental.

El origen de los nombres propios, cuando no ha sido tomado el tótem, se ha referido a la fisonomía, defectos, hábitos o alguna aptitud que presente el recién nacido, cuyo epítetos se mantenían hasta la edad adulta; Demóstenes, por ejemplo, fue llamado el “Tartamudo”, durante su juventud, hasta que consiguió con su propio esfuerzo vencer su mal y convertirse en un gran orador y estadista. Lo mismo que el verdadero nombre de Platón era Aristocles y lo llamaban así a causa del ancho de sus espaldas.

Posteriormente, cuando desapareció el Imperio Romano se produjo una nueva estructura familiar que invadió Europa Cristiana. El Nombre tiende a convertirse en hereditario y los monarcas, la nobleza de la corte, la clerical, la militar y la de familia de la edad media y de la moderna, se hicieron poner cuatro y hasta cinco nombres personales, fuera de los títulos de sus hazañas guerreras o servicios prestados al rey, por ejemplo, Carlos Juan Luis, Archiduque de Austria y duque de Teschen (1771 – 1847).

En nuestros días se usa ponerle a las criaturas un nombre que escoge el padre, otro la madre y a veces un tercero que eligen los padrinos, además, si no lleva un nombre de santo le agregan uno más en el bautismo.

EL TOTEM. Es un objeto o animal que ciertas tribus consideraban como antepasado o protector. Es una palabra de origen americano. Los australianos le llamaban “Kobary”. Significa marca o signo.

El Tótem ha sido el primer símbolo mitológico de diferenciación entre las tribus salvajes. En el tótem se basaba la organización de la tribu, era su emblema protector de la colectividad y del individuo. Un pez, una ave o cualquier animal representaba sus costumbres y podía identificarse como su antecesor. A su vez se identificaban entre sí.

Las primeras agrupaciones sociales se llamaron clanes o familias. Ellas, como los noble del medioevo mantuvieron su tradición, que todavía se mantiene en los pocos reinados que van quedando, el de tener un blasón hereditario que indique el origen de la familia y sus hazañas. Asimismo los clanes primitivos tuvieron sus emblemas heráldicos, representados por altos postes tallados con imágenes fabulosas y decorados con vivos colores. Generalmente estas figuras totémicas estaban destinadas a servir de dioses en un altar simbólico, donde se reunían a deliberar los componentes de la tribu.

Estos postes han sido hallados en Australia, Polinesia, Wrangell (Alaska), Nueva Zelandia, Columbia Británica y en algunos lugares de América.



ORIGEN DEL NOMBRE

Tales particularidades, estaban basadas en atributos físicos o intelectuales (fuerza, velocidad, astucia, etc.) y en los territorios que habitaban (río, bosque, montaña, etc.).

El origen del nombre, se distinguen dos elementos: Primarios y Secundarios o derivados.

ATRIBUTOS
FÍSICOS O
INTELECTUALES

TOTEMÍSTICOS

TRABAJOS
O OFICIOS

PRIMARIOS

TOPONÍMICOS (TERRITORIOS
HABITADOS)

ORIGEN
DEL
NOMBRE

DEFORMACIÓN ORAL
SECUNDARIOS
O DERIVADOS DEFORMACIÓN ESCRITA

DEFORMACIÓN
O DISTORSIÓN
VOLUNTARIA

1.- TOTEMISTICOS:

a) Atributos físicos o intelectuales: Delgado, Largo, Gordo, Moreno, Rubio, Velozo, Cortés, Blanco, Alegría, Rojas, Pardo, Guerrero, Canezón, Leal, Deformes, etc.

b) Trabajos u oficios: Barra, Barrera, Barros, Cabrera, Cabrales, Carpentier, Herrera, Herreros, Verdugo, Escobar, Concha, Pedreros, etc.

2.- TOPONIMICOS:

Territoriales habitados: Del Río, De La Rivera, Riveros, Salamanca, Navarra, Toledo, Llanos, Valle, Del Valle, Montes, Montaña, Lagos, Canales, Mendoza, Castillo, Gallegos, etc.

Así de esta forma, se llegó a los primeros apellidos de los cuales fueron modificados con el devenir del tiempo, ya sea por deformaciones orales o escritas, Ej.: apellido de origen inglés Walace, se convirtió en Huala o Guala, lo mismo ocurrió con los apellidos: Barahona, Hormazábal, Henríquez, los cuales también se pueden encontrar como Barahona, Ormazábal, Enríquez, sólo por citar algunos ejemplos.

En cuanto a la distorsión voluntaria o deformación de ciertos nombres y apellidos, éstas se han suscitado por razones de tipo social, con el afán de ingresar a un determinado núcleo, Ej.: deformación de nombres o apellidos de origen judío.

También cabe hacer presente, que el concepto de familia romana era distinto al de hoy, antiguamente el Pater familia, tenía una serie de hijos, aún cuando éstos no eran carnales, sino tenían tal calidad por adopción

El sistema de adopción, fue introducido por los romanos, más precisamente por Augusto, a objeto de nombrar a sus sucesores al trono. Ej.: Augusto adoptó como hijo a su amigo Tiberiano, para que éste le sucediera en el trono.

El avance demográfico, la formación de las Naciones y por consecuencia el nacimiento de ese ente jurídico llamado Estado, creó una nueva necesidad, cual es, la de registrar los nombres de las personas en instituciones u organismos que se preocuparan de ello. Así, de esta manera, fue en un principio la Iglesia Católica, la que registró el nombre de las personas en el momento de bautizarlas.

Posteriormente el Estado creó organismos especiales destinados a este efecto, así como también a los referentes al Estado civil.

En el campo de la identificación, el nombre de una persona no tiene más permanencia que la que le dan los otros individuos que lo conocen. Cuando un nombre no es conocido por nadie, nada significa, lo que prueba que el nombre no es un sistema de identificación, sino que solamente es un medio de diferenciación humana (faltaría el elemento identidad). Esta en la antigüedad, era fácil de hacerlo variar a la voluntad y carecía de valor jurídico, es decir, el Gobierno, el Estado o el Rey, no intervenían no tomaban participación oficial en la asignación de los nombres que los padres hacían a sus hijos.

Los nombres no eran anotados en registros especiales como ahora, los que actualmente sólo se pueden cambiar o modificar solamente con una autorización legal (Ley N° 17.344 del 26-09-70).

Un hombre puede llevar cualquier nombre y viceversa, un nombre puede ser llevado por varios hombres y efectivamente, en la práctica, por prejuicios religiosos, totemísticos o familiares, se han repetido extraordinariamente de tal forma, que nuevamente se llegó a la invención de apellidos genealógicos, geográficos, profesionales, etc., como una forma de buscar una solución al problema de la identificación, sin que se obtuviera el resultado deseado.

Para la vida social, que es la vida del derecho, unos necesitan asegurar su propia personalidad, otros necesitan perderla y la sociedad se interesa en garantizar el deseo de los primeros e impedir el fraude de los segundos, en fijar permanentemente la personalidad de cada cual.

DEFINICIÓN GENERAL DE NOMBRE: “Es la designación que se da a una persona o cosa determinada, para distinguirla de las demás de su especie o clase”.

DEFINICIÓN DEL NOMBRE SEGÚN LA JURISPRUDENCIA CHILENA: “Es la designación que sirve para individualizar gráfica y verbalmente a cada cual, asegurando su identidad y su individualidad como miembro de una determinada familia, ubicada ésta en el grupo social con caracteres que también le individualizan”. (Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago de fecha 30-10-61).

En ese aspecto jurídico el nombre es un atributo de la personalidad, es un derecho personalísimo y como tal provoca los siguientes efectos:

a) ES INCOMERCIABLE (no se puede vender)
b) ES INTRASFERIBLE (no se puede traspasar)
c) ES INTRASMITIBLE (no se puede legar)
d) ES INEMBARGABLE (no se puede expropiar)
e) ES INMUTABLE (se mantiene, salvo excepciones; Ley 17.344
f) ES INDIVISIBLE (no se puede separar del ser)
g) ES IMPRESCRIPTIBLE (no se puede dejar)
h) ES IRRENUNCIABLE
i) ES DE ORDEN PUBLICO Y SOCIAL


SITUACIÓN ACTUAL Y TENDENCIA DE EVOLUCIÓN DE LA CRIMINALISTICA
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1.- INTRODUCCIÓN

La criminalística es el arte y la técnica de la investigación criminal.

Arte y técnica. Se ha empleado a sabiendas estos dos términos porque intervienen , a partes iguales, en el ejercicio del cometido del investigador comprometido en la lucha contra la delincuencia.

Un arte, porque la parte del ser humano continúa siendo esencial. En la investigación criminal – la de todos los tiempos – es el hombre policía quien se halla enfrentado al hombre criminal. Intervienen entonces todos los elementos de acercamiento, de contacto, de descubrimiento de la personalidad que responden a un sentido particular: el del “arte” de investigar. Dos investigadores que se hallen en una misma situación, que dispongan de los mismos medios; uno tendrá éxito mientras que el otro fracasará. El primero posee su “arte”. El otro no.

Una técnica: claro. La investigación criminal es también una profesión que se aprende por el estudio de la teoría – en los bancos de una escuela – y por la práctica tratando con asuntos concretos, no siendo ninguno exactamente igual al otro.

La criminalidad está pues en función del hombre criminalista y de sus capacidades.

Pero está también en función de su entorno, es decir, del conjunto de datos que forman el marco en el cual el criminalista va a desarrollar su acción.

Estos datos varían en el tiempo y el espacio. Dependen de las estructuras sociales, de los modos de gobierno, de las estructuras y tradiciones jurídicas, de la ley, e incluso de otros muchos factores.

Retendremos solamente algunos de estos datos, que consideramos como más palpables y que tienen los efectos más directos sobre la delincuencia.

1.A.- Los actos considerados como criminales y la evolución de la delincuencia.

La criminalística se ejerce de cara a los comportamientos que la ley califica como “criminales”, es decir, susceptibles de ser castigados por la Justicia. Ahora bien, el punto de vista del legislador se modifica y la ley penal evoluciona.

Esta evolución puede ir, según los pueblos y la filosofía de sus dirigentes, en sentidos diferentes. Por ejemplo, la ley penal de la mayoría de los países árabes continúa estando muy vinculada a los antiguos preceptos del Corán. En los países europeos, por el contrario, se ha asistido en una evolución importante de la ley penal: así, en muchos de estos países se ha despenalizado recientemente el adulterio, la prostitución, el aborto, la pornografía, la homosexualidad. La permisividad de nuestras sociedades se refleja en la ley penal y, evidentemente, da lugar a consecuencias en la criminalística, simplemente por el hecho de que ciertos comportamientos antiguamente castigados por la ley ya no lo son en la actualidad…¡Quizás lo sean nuevamente mañana!.

Al definirse los comportamientos criminales, los actos criminales están en permanente evolución en el interior incluso de los marcos fijados por la ley.

Desde mediados del siglo XX y, en particular, desde los años 1960 – 1970, la criminalidad ha cambiado mucho y, como consecuencia, la criminalística ha debido adaptarse a las nuevas situaciones.

Evolución en número, primero. Una simple ojeada a las estadísticas lo demuestra de forma notoria. La mayoría de los países han sido víctima de este empuje, de esta explosión de la criminalidad. ¿Cifras?.

- En Nueva York el número de los delitos contra las personas aumentó en un 14,3% en 1980 con respecto a 1979 y supera en un 7,9% el record de 1976.
- En Francia, la delincuencia aumentó en un 64,38% entre 1972 y 1979, y la “gran criminalidad” en un 130,98% entre estas dos fechas.

Al lado de la evolución numérica es preciso también tomar en consideración la evolución cualitativa de la delincuencia en sus manifestaciones diarias.

En 1965 Europa no conocía la toxicomanía. El tráfico ilícito de estupefacientes era – es preciso decir la verdad – una preocupación secundaria de los gobiernos y de los servicios represivos en los países europeos. Algunos especialistas de Francia, en Italia, luchaban con medios reducidos contra el gran tráfico internacional que transitaba por sus países respectivos. A excepción de estos especialistas, los policías sabían muy poco o casi nada de la forma de combatir este tipo de criminalidad. Todo el mundo sabe lo que es, en 1980, el uso y el tráfico ilícito de drogas en Europa y en el mundo.

La violencia política había desaparecido prácticamente de la mayoría de los países desarrollados. Los nihilistas, los anarquistas, eran agua pasada. Y bien, después de estar adormecido durante varios decenios, el monstruo del terrorismo se ha despertado dotado de un ardor nuevo. Desde hace diez años, en numerosos países, los atentados por explosivos han matado a numerosos inocentes, destruido cantidad de bienes. Las ráfagas de armas automáticas han acribillado a hombres políticos, a industriales, policías y muchos otros cuyas familias no han sabido nunca porqué había sido.

Los ataques a bancos, los secuestros de personas a fin de obtener un rescate son hoy actos criminales que ya no están en primera plana de la actualidad en los periódicos. Son simplemente “hechos diversos”.

Además, la violencia es cada vez más solapada y cobarde: ataques a personas mayores, violencias en grupos en los parkings, depósitos de cargas explosivas son actos criminales anónimos y sin valor.

La delincuencia de negocios no se ha quedado atrás. La bancarrota, la estafa, el abuso de confianza son de todas las épocas, pero, ¿quién habría pensado hace veinte años que un especialista en informática astuto (y deshonesto) pudiera hacer una fortuna manipulando el teclado de un terminal del ordenador y extrayendo algunos céntimos de las cuentas de millares de clientes?.

Otra característica esencial en la evolución de la delincuencia es su movilidad.

El avión, el automóvil permiten a muchísimas personas desplazarse muy rápidamente, muy lejos y barato. En su interior hay, evidentemente delincuentes.

La movilidad de la delincuencia ha tenido consecuencias muy importantes sobre la técnica de la investigación criminal a nivel nacional.



Policía: Concepto. Criminalística, técnica policial y policía científica. Breve síntesis histórica de la criminalística. Objeto de Policía Científica. Laboratorios de Policía Científica.
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Etimológicamente Policía deriva del griego “POLITEIA”, nombre dado a la colectividad de los ciudadanos, a su forma de vida, derechos, estado civil (polis = ciudad). También del latín “POLITIA”, es el buen orden que se observa y guarda en las ciudades y repúblicas. La Policía es el Cuerpo y Fuerza encargado de cumplir y hacer cumplir la ley, sirviendo a la comunidad; de mantener el orden, la tranquilidad y la seguridad pública; y de proteger a las personas y sus propiedades contra actos ilegales. Por lo tanto, a la Policía le corresponden las siguientes funciones:

a) Proteger los derechos y libertades de los ciudadanos.
b) Mantener la seguridad ciudadana.
c) Prevenir e investigar los delitos.
d) Descubrir y asegurar a los delincuentes.
e) Recoger e intervenir los objetos, instrumentos y pruebas relacionadas con los delitos.
f) Velar por el cumplimiento de las Leyes y Normas dadas por las autoridades administrativas y judiciales.

En las distintas legislaciones de los países occidentales, las funciones que corresponden a los cuerpos policiales son similares, dado que se ajustan a las directrices impartidas en la Resolución 169/34 de 1979, de la Asamblea General de las Naciones Unidas (Código de conducta para los funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley; y de la Resolución 690 de 1979, de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (Declaración sobre la Policía). Incidiendo en la necesidad para el pleno ejercicio de los derechos del hombre y de las libertades fundamentales de que exista una sociedad en paz, que disfrute del orden y de la seguridad, lo que repercute directamente en la calidad de la vida de los individuos y de la sociedad en su conjunto.

Así, en Inglaterra es función general de la Policía cumplir y hacer cumplir las leyes y mantener el orden y la paz pública. De la Policía italiana la defensa de la libertad y de los derechos civiles, la vigilancia en el cumplimiento de las leyes, la tutela del orden y la seguridad pública, la prevención y represión de los delitos y el auxilio de la población. La investigación del delito y del delincuente, el asegurar el orden y la seguridad pública y las funciones de defensa civil, son competencia de la Policía francesa.


La Constitución Española (1978) dice: Las fuerzas y Cuerpos de Seguridad, bajo la dependencia del Gobierno tendrán como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana. (art. 104.1).

El convencimiento en las sociedades democráticas de la necesidad de tener una Policía eficaz protectora de derechos y libertades no surge espontáneamente sino fruto paralelo a la evolución de cada sociedad. Como freno al aumento progresivo de la delincuencia y de la inseguridad pública, es aprobada por el Parlamento de Londres (1829) la instauración de un Cuerpo de Policía que se denominaría “Scotland Yard”. En recuerdo de su creador Robert Peel, a los policías de uniforme en Londres, el pueblo les llama bobbies, diminutivo cariñoso de Robert.

Los ingleses mantuvieron siempre la naturaleza civil de sus policías. Lord Mansfield estableció en un discurso en el Parlamento inglés el carácter civil de la Policía e incluso en intervenciones por tumultos o en alteraciones de orden público. Algo impensable en aquella época.

Algunos han querido ver en Scotland Yard a la Primera Policía del Mundo, estructurada y reglamentada en conceptos modernos de profesionalización.

En la Francia napoleónica se creó en 1796 El Ministerio de Policía General, siendo Ministro Le Fouche. Se funda la Policía por decreto 8-3-1800. Su función era la de la seguridad de las personas y bienes. Este tipo de Policía, Policía de Le Fouché, fue el modelo implantado por José I en España.

La función policial nace cuando los ciudadanos sienten la necesidad de la propia defensa, de garantía de su seguridad, y de la protección de sus bienes, como conciencia colectiva en busca de crear una organización de personas con la finalidad de lograr condiciones sociales adecuadas para que la vida se desenvuelva normalmente.

Stein distingue tres situaciones policiales:

a) POLICIA DE SEGURIDAD. Su función es preventiva, actualmente corresponde la defensa de la seguridad ciudadana. Comprende la vigilancia de las calles, mantenimiento del orden público, custodia de edificios, etc. Generalmente le incumbe a la Policía uniformada.
b) POLICIA EJECUTORA O INVESTIGATIVA. Abarca a los Cuerpos policiales cuyo desempeño es la investigación de los delitos, identificación de sus autores y detención de los mismos. Misiones que atañen a la Policía Judicial.




c) POLICIA ADMINISTRATIVA. Pertenecen a este campo las funciones de Policía de Sanidad, de defensa del patrimonio, control de establecimientos públicos, juego, etc. En definitiva, esta policía vela por el cumplimiento de las disposiciones y normas emanadas de la Administración.


CRIMINALÍSTICA, TÉCNICA POLICIAL Y POLICÍA CIENTÍFICA

Criminalística significa en sentido amplio “investigación criminal”. Es la parte de la Criminología que se ocupa de los métodos y modos prácticos de dilucidar las circunstancias de la perpetración de los delitos e individualizar a los culpables (THOT).

El francés Ceccaldi (Director del Laboratorio de la Policía Judicial francesa), lama criminalística al conjunto de procedimientos aplicables a la investigación y al estudio del crimen para llegar a la prueba.

La criminalística es el arte y la técnica de la investigación criminal (Jean Nepote). Un arte porque la parte del ser humano continúa siendo esencial. En la investigación criminal, la de todos los tiempos, es el hombre policía quien se halla enfrentado al hombre criminal. Intervienen entonces todos los elementos del acercamiento, de contacto, de descubrimiento de la personalidad que responden a un sentido particular: El del “arte” de investigar. Dos investigadores que se hallen en una misma situación, que dispongan de los mismos medios, uno tendrá éxito, mientras que el otro fracasará. El primero posee “arte”. El otro no.

Una técnica por ser, la investigación criminal, una profesión que se aprende por el estudio de la teoría y por la práctica, tratando asuntos concretos, no siendo ninguno exactamente igual al otro. Necesita, por tanto, de la sistematización de las experiencias.

El fundador de la disciplina de la Criminalística y el primer sistemático de la misma fue Hans Groos, quien definió la criminalística “como el conjunto de teorías que se refieren al esclarecimiento de los casos criminales” y expuso en su libro, Manual del Juez Instructor, la materia de la Ciencia de Investigación del crimen que fue ampliamente desarrollado por otro científico, el francés Edmund Locard, en un tratado que denominó precisamente así: “Tratado de Criminalística”.

Todo trabajo técnico realizado para la averiguación del delito, descubrimiento de su autor, aclaración de los hechos con aporte de pruebas es Técnica Policial.

Por tanto, entendemos por Técnica Policial los procedimientos y recursos que aporta la Ciencia policial y que son aplicados para llevar a buen término una investigación. La Técnica policial se ocupa principalmente de los indicios probatorios, aplicando los métodos científicos existentes para descubrir y demostrar fehacientemente una determinada realidad.

La Ciencia Policial es una ciencia concreta, incluso separada de la medicina, la toxicología y la psiquiatría legales, cuyo objeto es muy distinto y el objeto es la criminalística. Es un dominio que no recae en el médico, en el químico, ni en la psiquiatría, puesto que su técnica es absolutamente diferente y particular (Ceccaldi. Criminología).

Stockis creador, junto a Laveleye, en 1896, en Bélgica del servicio de reconocimiento e identificación, según el método y principios del Bertillonaje e introductor, en dicho país, de la dactiloscopia en 1904, afirma que “la Ciencia Policial” es una ciencia independiente, hija de la Antropología y de la Medicina legal. Es una Ciencia auxiliada por otras ciencias.

De lo dicho se desprende que la Criminalística requiere el conocimiento y aplicación de métodos científicos a la investigación del delito y de esto trata, precisamente, POLICÍA CIENTÍFICA.

En un principio la investigación se concretaba en la pesquisa, que no pasó de ser una reflexión especulativa, en virtud del contacto con los medios criminales, los investigadores afinaron su olfato en la persecución del delincuente. Se citan por algunos autores los más antiguos textos legislativos, valga por ejemplo, el vetusto Código de Hammurabí, en el que ya aparece vestigios de un procedimiento de la investigación del crimen. Andando el tiempo, los positivistas llamaron la atención sobre la aplicación de métodos experimentales en la explicación del hecho criminal. Y desde entonces, las pesquisa del crimen convirtiese en una técnica hasta que actualmente ha llegado a adquirir tal importancia que esta parte del descubrimiento del crimen y del criminal se denomina Policía Científica (Juan del Rosal).

Al contrario de la Policía empírica que tiene como norma la habilidad (arte) y la investigación individual, Policía científica aplica con método racional a la investigación policial, los conocimientos proporcionados por la Antropología, Biología, Química, Física, Psicología, Medicina Legal y Sociología (Dr. Gambarra).

Ante la necesidad de amplios conocimientos para llevar a feliz término una investigación el profesor SERRANO habla de “profesión enciclopédica”.

Como ciencia, Policía Científica, en general, se basa en la aportación de datos – evidencias – tratando de alguna manera de ajustarlos metódicamente en sistemas, de manera que tengan sentido y sean coherentes con la verdad histórica del delito investigado, mediante un proceso de acumulación de antecedentes y su ordenamiento simultáneos, no separadamente. Es la acumulación de datos ordenadamente, un recurso para elucidar las incógnitas o para apoyar o rechazar una idea vinculada a un hecho delictivo.

La Policía Científica reúne los procedimientos científicos aplicados al examen de los indicios materiales del delito con el fin de aportar pruebas para esclarecer la verdad histórica y poder imputarlo a una persona determinada. Los medios muy sutiles de que dispone hoy en día la Policía Científica permiten aportar elementos objetivos de valor indiscutible para la administración de la prueba.

Definimos Policía Científica como una ciencia teleológica, cuyos principios y fundamentos son aplicados técnicamente por la Policía para los siguientes fines:

a) Investigar el delito.
b) Identificar a los autores de ese delito.
c) Conocer de las circunstancias que determinan el hecho punible.
d) Aportación de elementos probatorios.

Policía Científica, no es una mera asociación de conocimientos, sino que dispone de un método y criterios propios, procedimientos y doctrinas específicos. Resultando una auténtica e indiscutible ciencia.

Nace dicha Ciencia ante el aumento de la delincuencia, su progreso, su evolución, sus adaptaciones y transformaciones, a la vez que la Administración de Justicia reclama medios de prueba más convincentes, que sólo se pueden lograr con una acertada y rigurosa investigación policial, imponiéndose una tecnificación y especialización policial en constante superación, aplicando todos los conocimientos científicos necesarios y la totalidad de los adelantos técnicos que contribuyen a ello.

Una rama muy importante, por cierto, de Policía Científica la forman los estudios, trabajos y análisis que se efectúan en los Laboratorios encaminados a la investigación, verificación y valoración científica de las pruebas, que han de ser plasmada en la confección del Informe Pericial. Pero no es, como han querido reducir algunos a la Policía Científica, un mero trabajo de laboratorio como dice el Dr. Saldaña al afirmar “que Policía Científica es la Ciencia del peritaje forense”. Esto es una de las funciones de Policía Científica, junto con todas las demás, que resuelven las cuestiones complejas del descubrimiento del delito, identificación del autor y circunstancias entorno al hecho investigado, mediante la aportación de pruebas con rigor científico.




BREVE SINTESIS HISTORICA DE LA CRIMINALÍSTICA














































LA INVESTIGACIÓN CRIMINAL
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1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Para hablar de investigación criminal, necesariamente se debe hacer remembranza a las teorías expuestas en la antigüedad para explicar el porqué de las causas naturales del Universo; poco a poco estas teorías, que carecían de fundamentos científicos, comenzaron a perder terreno, a medida que la clara y fría lógica de los experimentos científicos arrojaban, con base en las leyes, una nueva luz sobre los misterios del universo.

El cambio del punto de vista de la mística a lo científico pronto se hizo evidente en la investigación de los delitos. La justicia que durante siglos había venido buscando la verdad, recurrió a la ayuda de la ciencia con: BERTILLÓN, CROSS, GATTÓN, HENRY, VUCETICH, LOCARD, REISS, BISCHOFF, entre otros, y se da inicio a los primeros trabajos de investigación criminal, utilizando los métodos de la ciencias naturales y conexas como ayudas en el descubrimiento de delincuentes.

A) Etapa primitiva de la investigación criminal

Para el estudio de este capítulo se considera oportuno hacer remembranza de las etapas que han antecedido a la investigación criminal.

Durante este período se carecía del sentido científico realista para coleccionar sistemáticamente las experiencias, no obstante ser este un presupuesto esencial de toda seria investigación criminológica. (E. Seelig).

No existía una agrupación de profesionales estructurada para la investigación del crimen con fundamentos de principios criminalísticos; las organizaciones de ámbito policial se dedicaban a mantener el orden y a proteger al señor o gobernante al que estaban subordinados. Actuaban generalmente empleando la fuerza bruta. Se carecía de técnica policial. Los medios empleados eran la tortura, la delación, la superstición, entre otras, basados en el desprecio a la dignidad humana, procedimientos vejatorios y degradantes, atentatorios contra la integridad corporal, e inclusive contra la vida.

En un comienzo la investigación se concretaba en la pesquisa, que dejó de ser una reflexión especulativa, en virtud del contacto con los medios criminales, y los investigadores afirmaron su olfato en la persecución del delincuente.

Algunos autores citan los más antiguos textos legislativos, por ejemplo, el vetusto Código de Hamurabi, en el que ya aparecen vestigios de un procedimiento de investigación del crimen. Andando el tiempo, los positivistas llamaron la atención sobre la aplicación de métodos experimentales en la explicación del hecho criminal.

En la investigación criminal, la de todos los tiempos, el investigador se halla enfrentado al hombre criminal. Intervienen entonces todos los elementos del acercamiento, de contacto, de descubrimiento de la personalidad, que responden a un sentido particular: el del “arte” de investigar. Dos investigadores que se hallen en una misma situación, que dispongan de los mismos medios, uno tendrá éxito, mientras que el otro fracasará. El primero posee “arte”. El otro no.

Una técnica por ser, la investigación criminal, una profesión que se aprende por el estudio de la teoría y por la práctica, tratando asuntos concretos, pero ninguno exactamente igual al otro. Necesita, por lo tanto, de la sistematización de procesos basados en las experiencias.

B) Etapa científica de la investigación criminal

En el siglo XIX empieza la investigación criminal, es el verdadero período formativo de los investigadores y, consecuentemente, de la organización, de la actividad policial como profesión. PEÑA TORREA apunta que en este siglo, enmarcado como período constructivo, cabe distinguir dos fases. Una, la primera, intuitiva, por predominar en la investigación el instinto sobre el raciocinio, empieza a ser un arte la investigación policial, pero arte espontáneo, sin método y sin sujetarse a normas y reglas determinadas. Posteriormente evoluciona el sistema investigativo a un nuevo tratamiento definido como sicólogico o reflexivo, en donde se valoran las aportaciones de los testigos, se examinan los móviles, se estudian con lógica los hechos, es decir, se observa y se deduce, aunque no es todavía ni técnica ni científica, como lo será en el siglo XX, en donde nace la verdadera policía investigadora (policía judicial).

Se destacan como trabajos legados por los precursores de una verdadera ciencia de la investigación del crimen, en el libro de Hans Gross (juez y profesor de derecho penal en Graz, Austria) Manual del juez de instrucción, publicado en 1893. Identificación antropométrica, de BERTILLÓN. Así como el Tratado en criminalística, seis volúmenes, de EDMUND LOCARD (Lyon, 1931 - 1937), hasta el mejor de los conocidos, no solo por la voluminosa extensión con que trata las cuestiones, sino por la competencia y hondura con que llega a los problemas, dando además nombre a la ciencia que se ocupa en la investigación de los delitos desde el punto de vista técnico - científico, es decir, la criminalística.

También sobresalen los siguientes libros: Modern Criminal Investigation, de SODERMAN y O'CONNEL (Nueva York y Londres, 1936); Trattato de Polizia scientifica (1932), escrito por OTTOLENGHI; el texto publicado en Suiza en 1938 por M. BISCHOFF, titulado La police scientifique; en Bélgica, la obra de LECHAT aparecida en 1949; y en España la colección de varios volúmenes, Policiología, denominada así por su autor, PEDRO SERRANO GARCIA. Los positivistas llamaron la atención sobre la aplicación de métodos experimentales en la explicación del hecho criminal. Ya no es posible la lucha contra la criminalidad por métodos antiguos; es necesario desarrollar un cuerpo policial que siempre supere en procedimientos y en elementos a los utilizados por la gran delincuencia. Confirma este aserto, la obra de REGINAL MORRISH, La policía al día, que describe perfectamente los innumerables procedimientos técnicos de investigación empleados para el descubrimiento de los delitos.

En este período es cuando la actividad profesional de la policía pasa de una situación abstracta y sin contenido a una profesión en que se siguen métodos sicológicos, al igual que en épocas pasadas, y se utilizan además reglas y normas debidamente sistematizadas acompañadas de estudios analíticos de elementos procedentes o relacionados con el hecho.

Es, pues, en el siglo XX cuando el ejercicio policial se concreta en una profesión claramente definida, época de la identificación lofoscópica (relativa a las crestas papilares), de la identificación de huellas por medio de la informática; de la perfección de las fotografías policiales; de la toxicología, que empieza a usarse como un arma contra el crimen; de la culminación de la balística, gracias a la perfección técnica de los aparatos, como el microscopio comparativo; lo mismo ocurre en la investigación de falsificaciones y alteraciones fraudulentas, en donde se han alcanzado metas muy altas gracias a los medios técnicos y a la preparación científica de las personas que manejan esos recursos. Es, en fin, el período que, aprovechando los avances tecnológicos en la lucha contra el delito, hace en ocasiones fácil el esclarecimiento de este, que en otros tiempos hubiera quedado archivado ante la impotencia de ser resulto.

Sobresale en esta etapa - al contrario de las anteriores, en que la investigación del crimen era realizada individualmente o por un grupo reducido - el trabajo de esclarecimiento de un delito, ejecutado por equipos coordinados de grupos y laboratorios, con personal científico y especializado, que van a aportar elementos precisos, sin los cuales no hubiera resuelto el hecho delictivo ni aportado elementos probatorios científicos suficientes para poder juzgar y condenar al presunto delincuente.

El siglo XX es el siglo de la formación de las Brigadas criminales o de Policía Judicial, estructuradas en grupos numerosos y especializados, por ejemplo, el de homicidios, estupefacientes, falsificaciones, etc, que cuentan con el trabajo de laboratorios forenses y criminalísticos, para poder solucionar eficazmente los complejos problemas que envuelve la investigación de un delito.

C.-Elementos que conforman el concepto de investigación criminal


Al indagar con varios investigadores y profesionales del derecho sobre el significado de investigación criminal, se pudo concluir:

Ø Cada profesional tiene una concepción muy propia y en muchos casos desatinada de lo que representa o encierra la investigación criminal.
Ø La mayoría coincide en que es un proceso sistemático y ordenado donde se pueden obtener los mayores resultados de un estudio criminal.
Ø Es la aplicación de la ciencia criminalística con sus disciplinas en cumplimiento de la función de la policía judicial en procura de la verdad.
Ø Es el procedimiento que se adelanta en la investigación, a fin de evitar la impunidad. Se fundamenta en la disciplina de la criminalística apoyada en el derecho.

Con apoyo en cada una de estas definiciones, se puede decir que investigación criminal presume varios factores, así:

El primero implica definir qué es investigación; podríamos afirmar que es un proceso lógico que conduce a que quien investiga descubre algo por medio de la observación, y que al ser observado, analizado y sistematizado, este procedimiento se convierte en herramienta para acometer investigaciones similares o análogas.

El segundo, el concepto de lo criminal, sobre cuya aceptación colegimos que si hay criminal debe haber crimen. Si se profundiza en el significado del término crimen, encontramos que se trata de un hecho moral que más atenta contra la dignidad humana y que si hay un crimen hay un criminal, es decir, un responsable. En este punto donde para determinar ese responsable, encontramos el método de la investigación criminal; pero si tenemos en cuenta que en la gran mayoría de países está proscrita toda responsabilidad objetiva porque esta condena al hombre, no viendo en su conducta sino un síntoma en la personalidad, sin entrar en mayores detalles, podría entonces decirse que la investigación criminal cobra aún mayor fuerza dentro del proceso penal, como recurso para esclarecer hechos criminosos.

El tercero se refiere al objeto de la investigación criminal; cada día se hace más evidente la necesidad de analizar, desde diferentes puntos de vista, todos los aspectos relacionados con la delincuencia, ya que es imprescindible aportar continuamente información que permita mejorar el conocimiento y comprensión del fenómeno para lograr la complementación de una metodología de investigación criminal más funcional, acorde con la situación y la idiosincrasia y así disminuir la criminalidad a escalas tolerables; en este punto, la existencia de una política criminal sería al marco de referencia para unificar criterios en materia de investigación y utilidad de los resultados de esta.

Si existe investigación criminal, se supone la perpetración de un crimen como conducta que el legislador ha descrito para que resarza el daño que le ha causado a la sociedad. También se debe analizar el crimen como conducta delictiva; una amable y otra odiosa, abierta o interiorizada, noble o perversa, dolosa o culposa. El investigador está obligado a verificar el porqué de las tendencias antihumanas y antijurídicas; la pregunta obligada es: si este tipo de verificación es válido para determinar el perfil del criminal, del hecho punible y, si se quiere, el perfil del investigador.

El cuarto, versa sobre el perfil del investigador criminal. Si decimos que la investigación parte de la ocurrencia de un crimen y que un profesional está en capacidad de investigar sobre las situaciones convergentes que lo produjeron, se supone que este profesional tiene la formación, habilidad y destreza para intervenir en el hecho y presentar objetivamente elementos de juicio científicamente válidos que conduzcan a su esclarecimiento; esto estriba en el interés por definir qué conocimientos, habilidades, destrezas y competencias debe poseer quien hace de la investigación criminal, el objeto de su realización profesional.

La denominación que se atribuye a quien se ocupa de la investigación criminal puede variar según el contexto.

Al respecto, vale la pena lucubrar si el nombre de investigación criminal es el más apropiado, o podemos contrastar el concepto selectivísimo investigador judicial, investigador jurídico, etc. Ya que no solo se refiere a descubrir y mostrar la pista de un delito y de sus autores, sino en la práctica todo aquello que pueda llevar una luz a la investigación o proceso, fundamentado en dos cualidades que debe poseer en grado sumo: la observación y la deducción.

Investigar es intentar descubrir o conocer las circunstancias que rodearon un hecho presunto punible, estudiando o examinando atentamente cualquier elemento material de prueba y/o realizando diligencias técnico-científicas para aclarar el caso investigado. En una búsqueda y un aprender constante.

2.- CONCEPTO MODERNO DE INVESTIGACIÓN CRIMINAL

La investigación criminal es un conjunto de saberes interdisciplinarios y acciones sistemáticas integrados para llegar al conocimiento de una verdad relacionada con el fenómeno delictivo.

Comprende:

Ø El estudio de las técnicas orientadas a contrarrestar, controlar y prevenir la acción delictiva.
Ø El manejo de estrategias que contextualizar el papel de la víctima, del delincuente y del delito como tal.
Ø El domino de la investigación como proceso metodológico que se basa en los principios y teorías de las respectivas ciencias, en los procedimientos jurídicos y la reconstrucción del hecho mediante las circunstancias de tiempo, modo y/o lugar, para sustentar en forma técnico-científica, los resultados conducentes al esclarecimiento de un presunto delito y a la identificación de sus autores.

Un proceso: serie de fases estructuradas.

Metodológico: organizadas una a una en forma razonable para llegar al conocimiento de la verdad.

Se basa en:

Ø El empleo de los principio y teorías de las ciencias y sus correspondientes disciplinas que apoyan la acción investigativa:

-Forenses: medicina legal, odontología, antropología, bacteriología, entre otras.
-Jurídicas: derecho penal, probatorio, entre otros.
-Criminológicas: sicología, sociología, victimología y criminología.
-Criminalística: balística, documentología, planimetría, fotografía, identificación de personas, entre otras.
-Básicas: Física, química y biología.
Ø La aplicación de los procedimientos jurídicos.
Ø La reconstrucción del hecho para visualizar el todo de lo sucedido a través de las circunstancias de:
-Tiempo: duración o lapsos para la ocurrencia de un acto.
-Modo: formas de llevarse a cabo el hecho.
-Lugar: espacios físicos utilizados.
Todo lo anterior, a fin de contribuir a la correcta administración de justicia, coadyuvar a la reducción de impunidad y fortalecer el esclarecimiento de un clima de seguridad y tranquilidad social.

3.- TIPOS BÁSICOS DE INVESTIGACIÓN CRIMINAL

El escritor y científico Vaderbosh, las clasificaba así:

a) Investigaciones de incidentes que corresponden a violaciones de leyes, reglamentos y ordenanzas establecidos por una comunidad social reconocida por un Estado (hace relación a la investigación criminal).
b) Investigación de seguridad personal (carácter, antecedentes, idoneidad para ocupar cargos públicos o de manejo).
c) Investigación de aquellas condiciones o circunstancias que si se dejan progresar ocasionarían un aumento de crímenes tradicionales (relativo a la criminología, sociología y antropología desde el punto de vista social).









[1] Carabineros de Chile. “Manual Básico de Investigación Criminalística”. Pág. 07 – 32. Jorge Aguirre Hrepic. Imprenta de Carabineros de Chile. 1992.
[2] “Métodos, Sistemas y Procedimientos de Identificación Humana”, I Parte, Policía de Investigaciones de Chile. 1986.
[3] “Investigación del delito de Homicidio” Policía de Investigaciones de Chile. 1985.
[4] Policía Científica. Volumen I, Francisco Antón Barberá – Juan Vicente de Luis y Turégano. Editorial Tirant Lo Blanch. España. 1992.
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